El Síndrome
del Aceite Tóxico (SAT) es una enfermedad rara de origen tóxico,
debido al consume de un aceite de colza desnaturalizado con anilina al 2%. La
enfermedad se caracteriza por la presencia de una afectación vascular
generalizada, afectando tanto a venas como arterias de todos los tamaños y
órganos y presentándose con mialgias severas e incapacitantes, marcada
eosinofilia e infiltrados pulmonares.
España es el único país que ha
informado casos de esta enfermedad en la primavera del 1981, siendo la
distribución de dichos casos en 14 provincias del centro y noroeste de España.
Más de 20.000 personas se vieron afectadas en el total de la epidemia, siendo
las mujeres menores de 40 años las que enfermaron con mayor frecuencia y
gravedad.
Causas
El
aceite de colza (rapeseed en
inglés) no estaba autorizado para el consumo alimenticio en España, uso común
en otros lugares, con la excepción de las islas Canarias, donde se vendía
libremente. Para evitar que se destinasen partidas de ese aceite al consumo
humano dentro de la península, se obligó a los importadores a añadirle un
colorante -desnaturalizarlo- que disuadiese su uso en alimentación (algo similar
hicieron con el alcohol de farmacia, que financiaba la SS, al que añadieron un
producto que daba sabor amargo para evitar que se desviase a la fabricación de
licores caseros). Ese aceite de colza desnaturalizado se importó de Francia para uso industrial, pero fue comercializado de forma fraudulenta
para el consumo humano. Los industriales del ramo oleícola, a los que concedió
la licencia de importación el consejo de ministros, pudieron pensar que
'destilando' el aceite a alta temperatura desaparecería el colorante, y podrían
venderlo para cocinar, venta que se hizo en muchos casos en mercadillos
ambulantes sobre los que las autoridades municipales no ejercieron inspección o
control alguno.
Incidencia
La evolución del número de fallecidos a lo largo de los años ha
seguido un patrón clásico de una epidemia de alto impacto, donde el primer año
mueren muchas personas, los años siguientes se observa una mortalidad inferior
a la esperada, y pasado un tiempo variable, la mortalidad observada se asemeja
a la esperada para una población de edad, sexo y lugar geográfico. Tampoco se
observa una distribución de causas de muerte diferentes a lo que vemos en la
población general española.
Prevalencia
Del resto de la cohorte superviviente – más de 14.000 personas,
declaran tener un estado de salud muy malo o malo alrededor de un 10%, mientras
el resto se reparten casi al 50% entre los que se encuentran bien y los que
manifiestan tener un estado de salud no aceptable, con niveles bajos de calidad
de vida.
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